¿Te acordas, papá?

¿Te acordas, papá? Yo te lo repetía siempre: a mis treinta años voy a estar rodeado de astronautas. Como te me reías. Con cuanta impunidad me pasabas la mano por la cabeza y me despeinabas diciéndome soñador. Y, sin embargo, es así. Tal como imaginaba a los nueve: el dos mil veinte tenía que ser un año donde estuviéramos llenos de astronautas, su nombre lo exigía. Era el año, yo lo sabía. Me sentía un…

Continuar leyendo

Ganarle a la arena

¿Qué hace eterno al desierto para el que lo transita? ¿Su extensión? ¿El infinito que encierra sus minúsculos granos que escapan a la vista, a la numeración y hasta a nuestra mano cuando intentamos dominarlos apretando un puñado?   De chico pensaba que la eternidad de los desiertos era un efecto mágico más de todos los que poseía la arena. Tenía numerosas pruebas de sus poderes. Después de todo, si con solo ponerla dentro de un vidrio con forma de dos cucuruchos se podía formar un reloj…

Continuar leyendo