Oigo a alguien cortar el pasto

Esto es una grabación. Es como un mensaje de voz de WhatsApp, pero en el walkman que me regaló papá. Es grande y gris, tiene una hilera de botones negros, salvo uno que es rojo. Cuando lo aprieto, todo lo que digo queda grabado en el casete que tiene adentro, como ahora.  Papá me pidió que no lo lleve al colegio. En la escuela ya me retaron varias veces por ir con mis orejeras. La directora me…

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¿Te acordas, papá?

¿Te acordas, papá? Yo te lo repetía siempre: a mis treinta años voy a estar rodeado de astronautas. Como te me reías. Con cuanta impunidad me pasabas la mano por la cabeza y me despeinabas diciéndome soñador. Y, sin embargo, es así. Tal como imaginaba a los nueve: el dos mil veinte tenía que ser un año donde estuviéramos llenos de astronautas, su nombre lo exigía. Era el año, yo lo sabía. Me sentía un…

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Figurita Difícil

—¡¡¡OCTAVIOOO!!! —gritó la mamá por tercera vez.Esta vez, Octavio la escuchó.Solo cuando vio a su mamá con el cuaderno de comunicaciones en la mano, recordó que tenía una notita muy importante. La seño se las había dado a todos, a todos salvo Santino. Extracto del cuento Figurita Difícil de Matías Nicolás Pi En el 2019 escribí un cuento infantil sobre la donación de médula ósea. ¿Por qué? Hay mucho mito y confusión aún en la…

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Ganarle a la arena

¿Qué hace eterno al desierto para el que lo transita? ¿Su extensión? ¿El infinito que encierra sus minúsculos granos que escapan a la vista, a la numeración y hasta a nuestra mano cuando intentamos dominarlos apretando un puñado?   De chico pensaba que la eternidad de los desiertos era un efecto mágico más de todos los que poseía la arena. Tenía numerosas pruebas de sus poderes. Después de todo, si con solo ponerla dentro de un vidrio con forma de dos cucuruchos se podía formar un reloj…

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En pijama

Al entrar en la cocina, Octavio vio algo moverse en la penumbra y no pudo evitar soltar un gritito. Más allá de la mesa, llegó un chistido raro, baboso, parecido al que haría un bebé. Octavio vio dos brazos que, en un primer momento, se sacudieron del susto, y ahora gesticulaban movimientos lentos y reconciliadores. Estos ademanes, que pedían silencio y cercanía, se recortaban contra la luz de la única ventanita que yacía sobre la…

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Bolsillos

No odio el frío. No soy uno de esos fundamentalistas del clima. Quizá solo prefiera el verano. Sí, el verano con sus remeras de manga corta, musculosas y shorts con bolsillos diminutos, minúsculos. Lo prefiero aun con esos bolsillos inútiles, incapaces de guardar cualquier otra cosa que no sea una o dos monedas. Monedas que quedan sepultadas en el fondo porque la ínfima cavidad no permite más que un dedo, quizá dos. Esos shorts son ideales:…

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Prohibido Estacionar

Disculpa pero yo estaba acá desde antes. No, no, te equivocas, nunca te vi antes. Me parece que estas un poco perdido, esta no es tu mente… Ah… disculpa, pensé que… pero ¿estás seguro?, va, obvio que es seguro lo que decís, sino no lo dirías, puedo confiar en vos… puedo ¿no?, va claro que puedo confiar en vos, por algo sos quien está en mi mente ahora, va tu mente, nuestra mente, y… y… si…

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Estamos condenados

Las resoluciones de fin de año están condenadas a fracasar. No soy un pesimista, todo lo contrario, pero la realidad que se nos presenta en estas fechas es tan cruda que ni el mejor mitómano puede taparla. Apoyo las resoluciones de fin de año, personalmente nunca las hago, pero las aplaudo, me parecen un gran incentivo para el cambio que se busca. Aplaudo la proyección de nuevos planes, los balances y toda la parafernalia que…

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Tesis Celeste

Conocí el cielo, estuve innumerables veces ahí cuando era chico. Bastaba que suba un poco la temperatura para que mamá sugiriera visitarlo en pos de conseguir esa bocha helada de frutilla a la crema. O un espeso chocolate con almendras cuando había que hacerle frente al el frío. A esa edad pensaba que las heladerías eran el cielo o al menos el cielo de las comidas. En ese mítico lugar se gestaba la alquimia necesaria…

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